Contemplar
Este lumínico hecho, es un hecho paralelo y que acompaña al
proceso de aprender y comprender, es la Luz que integra todo el proceso al
fundir el Ser con lo aprendido y comprendido, al observador con lo observado
incluso si nos observamos a nosotros mismos.
Es el hecho que sublima y culmina la observación al
integrarse y templarse formando una unidad. En la misma palabra está
"templo" indicando el sagrado lugar donde radica nuestra esencia y
"con" indicándonos la comunión entre el observador y lo observado.
"Somos templo del Dios viviente" (2 Corintios - 6),
esta frase nos aclara perfectamente que somos Dioses en potencia y nuestra
andadura por la existencia es el Templo de esa Deidad.
Por lo tanto, todo lo viviente es también Templo Divino, no
sólo el Ser Humano sino el resto de la creación.
En consecuencia, cuando observemos una planta, sin
prejuicios, sin valoraciones, sin mente, sin corrupción, ni creencia, ni
opinión, la estaremos observando desde nuestro Templo limpio y estará la planta
en disposición de ser observada en toda su profundidad, se establece entonces
una comunión de Templo a Templo, esta integración es Contemplar.
Es evidente que, no siendo fácil, es más fácil contemplar una
planta que establecer contemplación con otro Ser humano, la planta no tiene una
mente que deba limpiar y por eso el camino es más ligero. Pero, ¿qué ocurre
cuando queremos contemplar a un ser querido?, es más, ¿qué ocurre si nos auto
contemplamos?, cada vez el proceso es más arduo, pero también más productivo.
Entre seres queridos
Antes de empezar a contemplarse, hay que hacer una limpieza
de mente para eliminar interferencias de prejuicios, valoraciones y pequeñas
rencillas que puedan haber, en definitiva, tiene que estar todo perdonado entre
ambos, el camino ha de ser de corazón a corazón, es por eso que la mente no ha
de intervenir, de lo contrario nos quedaremos en un simple mirar, en un simple
punto de vista muy superficial y muy poco auténtico.
Meditación Atma-chintana
Podemos meditar antes de dicha contemplación para acceder a
un estado relajación sobre todo mental, también física y al abrir los ojos
procuraremos seguir en ese estado, llegarán a la mente pensamientos, recuerdos,
imágenes, informaciones, de todo un poco, pero los iremos apartando uno por
uno, sin valorarlos, solo ordenando que se desplacen. Un método para centrar la
mente en un solo punto evitando su desvío, es usar un Mantra corto, concreto y
potente, este Mantra ha de ser una palabra que aparte nos lleve a la
contemplación, lo usaremos mental y progresivamente hasta que consignamos la
contemplación mutua y podamos hacerlo sin el Mantra, es una cuestión de
práctica. Recomiendo este Mantra:
So ham
Al inhalar: sooooo
Al exhalar: hammm
Probad la experiencia de la contemplación entre seres
queridos, os daréis cuenta de la fusión y la integración que eso produce.
Auto contemplación
Si subimos el listón un poco más, podremos llegar a auto
contemplarnos, esto nos llevará a una integración con nosotros mismos a la que
generalmente no estamos preparados porque no nos interesa en general lo más
mínimo. Nuestra mente prodigiosa se encarga de buscar siempre nuestro confort,
a base de engaños, evasiones, e ilusiones, no quiere encarar verdades dolorosas
y nos aparta de todo auto conocimiento y auto contemplación.
Ayuda del doble Etéreo
La mejor fórmula para contemplarnos a nosotros mismos es
mediante el desplazamiento del Cuerpo Etéreo, esto lo conseguiremos mediante
meditación guiada, profunda y práctica. Nuestro doble Etéreo se pondrá frente a
nosotros y nos contemplará y nosotros a él, somos parte de la misma unidad y
esto facilita mucho las cosas, pero cuando nos enfrentemos a nuestros miedos, a
nuestro ego y a nuestros criterios, de entrada tendremos un cierto shock,
necesario para identificar que cuestiones debemos trascender, conforme las
vayamos trascendiendo, nuestra auto contemplación por este medio será cada vez
más limpia.
En resumen, este proceso
de luz que conforman el aprender, el comprender y luego el contemplar, es el
camino hacia la integración del Todo. Aprendo a escribir, comprendo lo escrito
y luego contemplo mi obra, es toda una magnífica fusión.
¡Un saludo contemplativo!
Sinoé Sácher.
Imágenes cedidas por @nitnegra
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