Importar es portar hacia
dentro, hacia nuestro interior todo aquello externo que decidimos de ipso facto
que es importante. Pero, ¿qué es realmente lo que hace que algo externo a
nosotros lo tachemos susceptible de ser importado?
Es un fenómeno de transmisión, puesto que si importo algo,
previamente ese algo alguien lo puso ahí en el exterior, sin duda alguien lo
exportó de su interior. Con lo cual, no hay importancia sin exportancia, no
existe importación sin exportación y nada es importante sin ser antes exportante.
Es evidente que las palabras "exportancia" y
"exportante" no existen oficialmente reconocidas, pero como el
lenguaje es claramente creativo, me permito el no obviarlas porque nos ayudarán
a comprender este proceso. Un proceso muy similar al de exportar o colgar algo
en una nube de contenidos, o una biblioteca o hemeroteca o un tema que flote en
el ambiente al que acudimos para valorar su importancia, primero lo husmeamos,
lo escuchamos y si nos atrae, lo importamos y nos lo llevamos puesto, es decir,
le damos importancia.
Y le damos importancia porque su vibración nos atrae, un
color, un olor un tono, un matiz que sea afín a nuestra vibración hará que
dicho contenido sea importante para nosotros, con lo cual, lo importante está
condicionado a la Ley de Vibración y Atracción, lo que significa que nada es
importante por sí sólo, sino que para que algo sea importante hay que darle
importancia.
Es muy importante, valga la redundancia, lo que exportamos
desde nuestro interior, ya sea en pensamientos, emociones, palabras, tonos y
volúmenes, pinturas o escritos, todo ello vibra en el espacio Etéreo,
dependiendo de la franja vibratoria dicha vibración se condensará si es baja o
densa y se evaporará si es alta o más sutil.
Cuando se condensan, se crean entidades de pensamiento
mezcladas con emoción, está condensación hace que la vibración se mantenga y
atraiga elementos de su misma vibración para alimentarse y seguir creciendo,
toda esta vibración está revoloteando alrededor de nuestro Ser y pueden llegar
a obsesionarlo creando un bucle negativo.
Las que tienden a evaporarse para morir, es para que renazcan
otras nuevas, porque sólo muriendo se renace y ahí radica la creatividad. Así
pues, es mucho más importante, la exportancia que la importancia, dicho de otra
forma, hay que cuidar más lo que sale de nosotros que lo que entra, porque casi
siempre lo que entra es consecuencia de lo que salió previamente.
Muchas veces tenemos tristeza o bajones energéticos y no
sabemos a causa de que son, una de las posibilidades es que, en horas previas,
hemos dado importancia a cosas o situaciones de baja vibración, al entrar en
nuestro Ser nos come energía vital. Por eso, antes de dar importancia algo o
focalizarse en algo es mejor ser precavido.
La importancia es dinámica y está en el no tiempo, lo que en
este momento es importante quizás en unos minutos más tarde ya no lo sea,
aparte de que lo importante no es lo mismo para unos que para otros, en estos
detalles son como la verdad, aunque condicionada, solo difiere de ella en que
existen grados de importancia no existiendo grados de verdad.
¡Recibid un saludo exportante!
Sinoé Sácher.
Comentarios
Publicar un comentario