A cada acción se le atribuye una reacción, no me refiero a la acción opuesta sino al medio por la que la acción se expresa. El pensamiento fluye y se expresa a través del pensar, el sonido fluye mediante la música y ésta por medio de los instrumentos y éstos mediante los músicos. El Sentimiento, que es la acción, fluye por la reacción del sentir, lo que nos indica que la reacción es lo que da sentido de vida a la acción que en sí misma es vida.
¿Si la acción en sí misma es vida, por qué necesita un medio de expresión, no es la propia vida una expresión, no tiene sentido propio? Cierto es que la acción es vida y la propia vida es expresión de la creación, el sentido del fluir de un río es expresado por la vida vegetal de su alrededor, por su fauna que se alimenta de lo vegetal y los seres vivos orgánicos y micro orgánicos que moran cerca de él, todo este conjunto forma un hábitat vivo. Así pues, la vida es la reacción que da sentido a la Creación siendo ella misma acción, es el ejemplo a seguir ya que demuestra que no debería haber distancia entre acción y reacción.
En consecuencia, todo aquello que sentimos, sea alegría, tristeza, ansiedad, lujuria o vacuidad no es el sentir en sí mismo sino la reacción por la cual se expresa el sentimiento, es el medio por el cual ese sentimiento vive y que hemos etiquetado uno como tristeza, otro como alegría etc. Al nombrar cada reacción o expresión del sentir, la estamos limitando como cuando nombramos a un musulmán y a un budista o a un socialista y un nacionalista, siendo todos seres humanos, con lo cual nombrar es limitar y dividir. Así pues, también hemos divido nuestro sentir poniendo etiquetas, esto es tristeza, esto es alegría, esto amor, esto sed, esto es depresión. De esta manera reprimimos la acción del sentimiento.
Como podéis imaginar, es la Mente la que pone nombres y divide el sentimiento para tenerlo controlado, divide la acción para que su control sobre el sentimiento sea más focalizado y no se rebele ni cause problemas, es el "divide y vencerás" famoso usado durante generaciones por miedo a una rebelión unitaria. Entonces cuando tenemos un sentimiento y lo nombramos como tristeza, lo apartamos de la alegría, nos creemos que es sólo tristeza cuando todo es un sentir que si no lo diferenciáramos por nombres, lo entenderíamos como un Todo y cuando se comprende el Todo se funde uno con él, pasando a ser la acción.
Si tenemos claro este funcionamiento
intervencionista de la Mente, que divide nuestro sentimiento en pequeños
sentires, entendemos pues que tenemos el corazón partido en conceptos mentales
y a su vez nuestra Alma también se desorienta, porque el Alma ni sabe ni quiere
saber, su único cometido es sentir Amor para madurar. El Alma no entiende de
divisiones sólo entiende de unificación, al comunicarle al Alma esto es
tristeza, sentirá tristeza como única cuestión, pero si al Alma no le
indicáramos ninguna etiqueta desde nuestra Mente, abarcaría la expresión del
sentimiento único e incondicional, esto es lo que se debería comprender como
Amor.
Es por eso que insisto en sentir, sintamos sin
distinción y sin nombrar lo que sentimos, nunca el sentimiento es impuro, lo
hace impuro y corrupto el etiquetaje que es el disfraz del miedo a sentir.
Dejad fluir lo que sintáis, no in-fluir en lo que sintáis, solo sentir, vuestro
corazón si no juega con la Mente, nunca os engañará.
Solo aclarar una cuestión para que no os
confundáis con la práctica que os propuse en el anterior Post, el cuaderno de
pensamientos es para anotar el pensamiento y al cabo de 7 días ver que
sentimiento me propone el pensamiento que anoté para luego sentirlo,
comprenderlo y trascenderlo, una vez trascendido se convierte en sentir sin
distinción. Con lo cual el cuaderno ayuda a unificar el sentir en un Todo.
¡Recibid un saludo sentido!
Sinoé Sácher.
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