Hola de nuevo estimados seres, después de bastantes escritos donde abordo la cuestión del ser, su desarrollo emocional y su desarrollo espiritual, creo que ya es oportuno hablaros de quiénes somos realmente desde mi punto de vista y desde mi propia percepción, adjuntando también otros prismas más convencionales pero no por ello incompatibles con mi sensación, sino al contrario, complementarios.
Después de haber incidido en aspectos del ser, como la mente, el alma, el espíritu, el aura, la vibración y otros más, creo que es momento de poner un poco de orden en relación a nuestra composición como seres humanos con el fin de, siguiendo mi estilo, facilitar el entendimiento de una manera sencilla a todos los que deseen saber de sí mismos, ya que solo conociéndonos seremos nuestros propios dueños.
Empezaré pues por una palabra usada muy convencionalmente en nuestra sociedad aunque ha entrado en desuso desde hace alguno tiempo, esta palabra contiene toda la información concentrada de quiénes somos, solo hay que desarrollarla para comprender nuestra amplitud. Me refiero a “INDIVIDUO”.
Más allá de las definiciones encontradas en enciclopedias o diccionarios reconocidos, me permití cierto día el lujo de profundizar en este vocablo llegando a las siguientes conclusiones:
In: prefijo de interioridad y de localización que nos demuestra y nos conlleva nuestro mundo interior, pero también es un prefijo de negación como indican algunas palabras ( inapetencia, indivisible, intacto…), esto también nos indica en cierta forma que luego desarrollaré, la negación del ser.
Div: mi forma de percibir esta parte de la palabra está relacionada con la división y con la divinidad que somos todos nosotros esencialmente, dividida en varios aspectos a desarrollar y siendo así en estos momentos de nuestra evolución.
Indivi: por el contrario esta otra partícula a su vez me indica la indivisibilidad del ser, y he aquí el conflicto, como se puede ser divisible y divisible a la vez?, está cuestión me llevó algún tiempo de meditación para resolverla, hasta que llegué a la conclusión de que tiene mucho que ver con la parte final de la palabra “duo”, que ahora abordaremos.
Dúo: automáticamente este final de palabra que tiene significado por si misma, nos está marcando la dualidad, la extensión del uno en el dos y la bidimensionalidad del ser en sí mismo en relación a la fuente de la que partimos, cuya cifra es el uno, es decir, procedemos de la unidad que al contraerse en si misma se expande en el dos, el dúo, sin dejar de formar parte del uno, y de ahí la indivisibilidad del ser, siendo su camino de retorno por naturaleza y esencia, la unidad.
Para aclararlo un poco más, os lo diré de otra forma: la división que existe en nosotros se refiere aspectos a desarrollar como las emociones, la mente o el espíritu cuyos campos se interponen sin fronteras algunas formando un todo, un uno e indivisible ser en esencia expandido en multidimensionalidad.
Así pues, somos seres divinos, divididos interiormente en aspectos a trabajar, indivisibles en esencia y a su vez duales por expansión.
Al vivir en dualidad tenemos en nuestra mente siempre dos opciones, los famosos dilemas, las tomas de decisiones, bueno o malo, delante o detrás, antes o después y no acabaríamos nunca de citar polaridades, de estas mismas procede el concepto de “la negación del ser” del que antes os hablaba por el prefijo “in” en su derivada negativa. Cuando el ser pierde su dominio provocado por la ira, cae en negación; cuando nos dejamos llevar por las emociones sin control, caemos en la negación, mas cuando nos puede la mente fría sin sentir también nos estamos negando, pero aunque nos neguemos seguiremos siendo.
Desde el punto de vista de la ciencia convencional somos un cuerpo físico dotado de emociones y sentimientos, más la mente dotada de un cerebro físico regidor del resto del ser, no lo niego pero lo complemento y lo amplio considerando que somos aun mucho más que eso, somos pura energía en vibración y constante movimiento que nunca desaparecerá sino que se transforma y vive eternamente en varias dimensiones sin principio ni fin y espero con ansia que llegue el día en que esta ciencia vaya más allá de todo lo demostrable en una pizarra y colabore codo a codo y totalmente con lo que yo llamo ciencia universal, de hecho ya se están dando atisbos de esta colaboración e indiscutiblemente se llegará a la totalidad.
Para acabar, recomendaros una vez más que controléis vuestras emociones todo lo que podáis para así liberarlas, que controléis vuestra parte mental para que no os limite y que cuidéis vuestro cuerpo físico porqué es el vehículo de vuestro ser en esta dimensión.
Un saludo desde mi individualidad!
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