Hola estimados seres lectores, hace unos días una de mis lectoras y amiga me sugirió escribir sobre el propio arte de la escritura, me pareció una buena idea ya que para ello es necesario proceder a una introspección en mi ser siempre saludable y emocionalmente rentable.
Me puse manos a la obra pues soy de tendencia filosófica sin ser literato de carrera y estas propuestas originales me seducen soberanamente, así que estoy muy agradecido a Diana Frak por su provocación como también agradecería a cualquiera de mis lectores/as cualquier propuesta de de texto.
El arte es la capacidad de transmitir claramente desde lo más profundo de nuestro ser, por una parte nuestras emociones, por otra parte nuestros pensamientos y plasmarlos en una obra, esta definición es la base para todas las tendencias artísticas pero realmente podemos convertir en arte cualquier acto si ponemos el alma en ello, ya sea hablando, escribiendo, pintando o incluso practicando deporte, pero concretémonos en el arte de escribir.
Escribir es plasmar con rúbrica ineludible una idea, una opinión, un punto de vista, una observación o un sentimiento, pero para ello hay que contar con ciertos recursos, hay que haber leído mucho para enriquecer vocabulario, expresiones y sintaxis, o bien haberse formado específicamente para ello no obstante la magia de la escritura es una mezcla de inspiración y técnica.
El proceso inspirativo consiste en la observación del entorno en todos los sentidos, captar imágenes, olores, sonidos, leer, en definitiva estar muy alerta a las señales comunicativas cotidianas las cuales nos sugieren ideas y emociones que a su vez harán crecer la sensibilidad en nuestro ser y a mayor sensibilidad mayor es la captación, así pues es cuestión de ir moviendo este círculo cerrado de energía.
Una vez las informaciones están insertadas en nuestro ser ha llegado el momento de estructurarlas y decidir sobre qué tema vamos a escribir, que puntos vamos a tocar y desde que óptica, elaborando un borrador que poco a poco iremos completando y rectificando cuidando lo máximo posible la sintaxis, la ortografía y por supuesto leerlo tantas veces como sea necesario como si no lo hubiéramos escrito nosotros con el fin de comprobar si nos llega al alma, este sería el proceso técnico que mezclado con el inspirativo crean un escrito normalmente muy aceptable.
En definitiva, escribir es liberar emociones y es una herramienta es expresión que va en pos del desarrollo personal maravillosamente bien y que incluso crea hábito como es mi caso personal.
Animaos a la escritura porque en ella misma está también la lectura, está la simbología del grafismo y tiene el poder de exteriorizar la esencia de uno mismo.
Os doy las gracias por leerme ya que eso me anima a seguir escribiendo porqué sois una maravillosa fuente de divina inspiración!
Un saludo!
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