Tremenda dualidad!, dicen que los extremos se tocan...y es cierto, cuantos de nosotros hemos llorado de tanto reir y viceversa?
Tanto la risa como el llanto, son parte y producto de nuestro cuerpo emocional o anímico y por lo tanto, los deberíamos aceptar con naturalidad, sobre todo el hecho de llorar, que habitualmente lo asociamos al sentimiento de tristeza, así como el reir, al de la alegría.
Por eso, recomiendo sacar partido terapéutico de estos dos hechos.
Porqué lloramos o reimos?
Os comenté en anteriores posts, que nuestra alma es el fluido emocional, cuyo representante físico es el corazón que bombea el líquido imprescindible para que nuestro cuerpo siga activo, por lo tanto el alma es el" elemento agua", somos un 70% agua, es decir...sentimiento puro.
Imaginemos que nuestro cuerpo anímico es un cáliz, donde se posa la emoción-agua, cuando damos calor a ese fluido emocional subiendo la vibración, por condiciones externas o internas, este se convierte en vapor-aire que se transforma en risa, fijaos que cuando reimos vamos expulsando aire por la boca, eso es el vapor emocional, pero este fluido vaporoso se puede enfriar al bajar la vibración y entonces se produce la condensación del mismo, creando lágrimas-agua otra vez, sobrante en este caso, y que expulsaremos por los ojos.
Ahora que conocemos el mecanismo, podremos intentar dominarlo, es decir, reir o llorar cuando queramos, es fácil provocarnos la sonrisa en nosotros mismos, pero mas difícil es provocarnos el llanto, puesto que lo asociamos con la tristeza.
Deberíamos reservar espacios en nuestro tiempo para llorar tranquilamente o reir, y así liberaríamos emociones, nos limpiaríamos el alma y nos sentiríamos mucho mejor porque vaciaríamos el fluido sobrante de ese cáliz.
Una vez mas, como ocurre con toda dualidad, la asociación de los polos opuestos está en nuestra mente, no necesariamente debo estar triste si estoy llorando, puedo llorar de alegría, pero es curioso que no pueda reir de tristeza, esto ocurre por la asociación de los conceptos, hemos de ser capaces de liberarnos de ellos, hemos de ser capaces de reirnos de nuestras penas para asi trascensderlas y saber tambien llorar de alegría, pero solo lo conseguiremos trascendiendo esta dualidad aunque nuestra alma actúe automáticamente.
Al fín y al cabo, tanto si reimos como si lloramos, estaremos liberando emociones y eso es lo que cuenta, haced lo que sintáis y sentid lo que hagáis.
Intentémos pues, sacar partido terapéutico de nuestras emociones ya sea llorando, riendo, escribiendo, pintando etc...el caso es liberarlas.
Un saludo sentimental!
Yo lo hago.. :) lloro abiertamente con mas de una cancion.. El otro dia mismo iba llorando como un tonto con el disco de Diana Navarro... jej
ResponderEliminarDe 10! es verdad, necesitamos llorar y reir, liberar tensiones a través de cualquiera de estos dos actos. Odio llorar, pero la noche que lloro, me despierto más contenta, más aliviada. Cuando estoy estresada o lloro o río sin sentido... últimamente sé que necesito llorar más, estoy triste. Es paradógico, porque se supone que uno necesita reir, pero no, necesito llorar, para transcenderlo. Gracias Toni! Elena.
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