
Según la historia de la
lengua, recordar procede de "cordis", corazón en latín y el prefijo
"re" que implica repetición, así que recordar es - volver al corazón
-, me parece precioso y encantador poder recordar sin dolor y sin rencor, lo cual
es significante de que ese recuerdo al pasar por el corazón, se sanó, se superó
si hubo dolor o sufrimiento, debido al amor, debido a la influencia de la
apertura del sentir.
Es precisamente por esta razón que no hay que
olvidar, hay que superar y cuando eso se consigue, es cuando recordar es
maravilloso porque es revivir la vivencia, que si fue amarga, ahora es dulce
como la miel porque la experimentamos desde el corazón, desde el crecimiento y
desde la amplitud ilimitada del amor.
Si al recordar sentimos dolor, es porque esa
experiencia todavía está por trascender, se quedó anclada en algún lugar del
Cuerpo Emocional bien por miedo a afrontarla o bien a causa de que no hubo
ocasión para liberarla como es debido.
Hemos dicho y escrito innumerables veces, que el
presente es lo único que tiene un valor de peso en nuestra vida y es cierto,
pero eso no quita que podamos recordar puntos del pasado que fueron importantes
causas del presente y también recordar para cerciorarse de que no queda ningún
dolor, rencor o arrepentimiento pendiente de trascender.
Normalmente y como si fuéramos autómatas, de una
manera incontrolada nos ponemos a recordar, no somos conscientes ni decidimos
"ahora voy a recordar", sino que hay un punto del presente que nos
impulsa a ello, un punto que tiene una concordancia con algún otro punto dentro
del recuerdo, podríamos pensar que este punto del presente es la causa para
recordar, pero eso es erróneo.
El punto presente que nos catapulta de inmediato
a un recuerdo no es causal sino consecuencial, es decir, hay una consecuencia
en mi instante que me transporta a su propia causa y esa causa es lo que
recuerdo. Visto así, podré entender el presente llegando por la vía del
recuerdo a la causa de mi presente que yace en el pasado. Este es el cordón que
une causa y consecuencia, curiosamente la palabra "cordón" tiene la
misma raíz que "cordis" aunque no la misma historia etimológica, pero
me sugiere igualmente que estamos hablando del corazón.
Con lo cual, si hasta ahora hemos pensado que
recordar era una mera cuestión mental, estábamos equivocados.
Recordar tiene tres aspectos, la parte física
del hecho que recordamos es el propio recuerdo, la parte emocional que es la
que nos hace sentir dicha experiencia y la parte logística o mental que es la
que nos transporta del presente al pasado.
También podemos encontrar pistas muy
interesantes en el inglés, fijaos que "recordar" en inglés es
"remember", si cogemos "re" indicando repetición y
"member" cuyo significado es "miembro", resulta que estamos
remiembrando, es decir, juntando miembros que un día fueron separados de una
sola unidad, quedaron desmembrados, se rompieron.
La unidad que se rompió fue el corazón, una
parte quedó en el pasado siendo la causa por resolver y la otra parte sigue en
el presente reclamando en consecuencia el retorno a la unidad. Un retorno que
no se producirá a no ser que solucionemos la causa, nos perdonemos por la misma
o perdonemos a otros causantes, siempre desde el amor, cuyo representante
físico es el corazón.
Si somos capaces, de recordar a consciencia todo
aquello que en su momento separó a nuestro corazón en dos partes, seremos
capaces de recordar sin dolor y cuando todas esas partes del corazón estén
unidas, pocas veces recordaremos, ya no hará ninguna falta. Y cuando nos
pongamos a recordar será habiendo cambiado el circuito. Recordaremos a
consciencia usando el presente, ni como causa ni como consecuencia, solo desde
el poderoso instante.
Habiendo cambiado el circuito, estaremos
preparados, ya no solo para recordar con alegría, sino para proyectar cosas
desde el presente de una forma más clara, debido a que nuestro presente está
limpio. Pero si por el contrario, nuestro pasado no está resuelto y el presente
está alterado por el pasado, no podremos proyectar nada hacia el futuro,
formando así un bucle energético que hay que solventar.
Ahora que somos conscientes de que nuestro
corazón está en un continuo despiece por las causas que ya he detallado
anteriormente, sería conveniente saber de qué forma podemos volver a la unidad,
de qué manera podríamos pegar esas dos partes separadas y también sería preciso
aprender a que no se nos vuelvan a separar nunca más.
Pautas para la Unión del
Corazón
1- Sentir, esto es vivir la experiencia sin
analizarla, solo poniendo el corazón, el físico no hace falta usarlo porque va
solo.
2- Tomar consciencia al máximo de todos nuestros
actos, esto es poner todos los sentidos en lo que estamos haciendo en cada
momento, gozándolo y haciéndonos uno con el acto.
3- Respirar consciente y conectádamente, esto es
guardando pocos intervalos entre inspiración y espiración, con mucha
tranquilidad.
4- Practicar meditación a diario poniendo como
objetivo el auto perdón, esto es reconocer que hice lo que hice porque no sabía
hacerlo mejor, ahora he aprendido y lo sé hacer mejor, hay que liberar el auto
castigo.
5- Perdonar y pedir perdón sincero, no hace
falta hacerlo directamente, esto es descargarse interiormente de rencillas y
rencores, da igual si otros no te perdonan, no es cosa nuestra, el perdón es
personal.
6- En casos muy complejos se puede acudir a regresión para vivenciar las causas y trascenderlas. Siempre hacerlo por personal especializado.
7- Otro recurso es la liberación emocional por
"Constelación Familiar", también con personal especializado.
8- Por último también existe la "Bio descodificación",
también con personal especializado, esto muy resumido es descodificar los
patrones adquiridos durante generaciones, salvando solo los convenientes y
volver a unirte contigo mismo para entender tu presente.
Como podéis ver, ninguna de las 8 pautas que os
detallo os envía al psicólogo, al psiquiatra o al neurólogo, no es que no crea
que nos pueden ayudar, es porque en general están basados en sanar la
consecuencia y no la causa y si no establecen un cordón sanitario entre lo
causal y lo consecuencial, la cura no es posible.
¡Estimados lectores os envío recuerdos de todo
corazón!
Sinoé Sácher
Comentarios
Publicar un comentario