Os recomiendo que hagáis estos cambios en los días más cercanos al equinoccio y al solsticio, en este año el equinoccio fue el 20 de marzo y el solsticio será el 20 de junio, por lo tanto hablamos de la primavera, es complicado en nuestro caso porque a 20 de marzo aún nos abrigamos y a 20 de junio casi nos estamos asando, con lo cual sustituiremos las fechas por 20 de abril o 20 de mayo ya dependiendo de cada uno de vosotros.
Los equinoccios y los solsticios desprenden sobre la Tierra una energía muy adecuada para los cambios de todo tipo, los periodos de entretiempo como primavera u otoño son las mejores temporadas para fomentar dichos cambios, la primavera es el tiempo para la floración, la libertad del fruto o la expansión, mientras que el otoño es el período para la contracción, la reflexión, el repliegue y pensar en la próxima siembra. El verano es la dilatación de lo previamente expandido y el invierno es el recogimiento absoluto del previo repliegue.
No he descubierto nada nuevo en la explicación anterior, solo es observar la naturaleza y aplicarla a nuestra existencia, ya que somos también naturaleza y estamos influidos por los astros al igual que el resto de seres vivientes, conscientes o no.
Está comprobado, y no lo crítico, que entre el 60 y 70% de las prendas de vestir y complementos, que llenan nuestros armarios, lo usamos ocasionalmente o con poca rotación, esto es así por dos razones básicamente, la primera es a causa de que nos encanta variar de prendas y complementos y por lo tanto, a mayor cantidad, mayor variación; y la segunda razón, siendo esta preocupante, es el apego a las prendas de vestir y a algunos complementos.
El apego tiene connotaciones negativas, ya que si no logramos desprendernos de las viejas prendas, no atraeremos nuevas prendas, esto es extrapolable al resto de nuestra vida, si no nos desprendemos, dando gracias por su servicio, de los viejos patrones, no entrarán nuevos patrones, no queriendo para nada esto significar que siempre lo nuevo es mejor que lo viejo, por eso es importante saber cuál es el momento oportuno del desapego, en este caso con la prenda.
Con el paso del tiempo,
se establece una relación íntima entre nosotros y nuestras prendas, cuanto más
íntima es la prenda, más íntima es la relación, es lógico que unas braguitas o
unos slips fomenten más el apego que una chaqueta o una corbata, ya que están
en contacto con centros energéticos (chacras) más intensos o densos. Otro de
los motivos del apego a las prendas es por el recuerdo emocional para el que se
usó la prenda, boda, eventos especiales, momentos decisivos, son motivo de gran
acumulación de energía emocional entre el artículo y nosotros.
No dudéis en comunicaros con vuestras prendas,
siempre os responderán a todo lo que les cuestionéis en cuanto a vuestra
relación íntima y personal, ya que están impregnadas de vuestra energía
personal y forman parte de vosotros mismos, sin duda alguna de esta forma
sabréis cuando hay que separarse o si debéis seguir juntos por más tiempo.
¡Os deseo un provechoso cambio de armario!
Sinoé Sácher
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