Cuando hablamos de independencia, sea a nivel político o sea a nivel personal, estamos negando la dependencia por medio del prefijo "in" que implica el valor contrario de la palabra, con lo cual estamos simplemente diciendo "no dependencia". Es decir, pasar a no depender de nada o de nadie, siendo obvio que eso es completamente imposible, ya que todo y todos dependemos siempre de algo.
Nada existe en términos absolutos, todo es absolutamente relativo, puedo ser más o menos dependiente o independiente de algo o alguien, nunca absolutamente.
También ocurre otro fenómeno, al negar algo, en este caso la dependencia, estamos demostrando que la tenemos y que no la queremos, lo que queremos es carecer de ella, entonces nos estamos moviendo en la energía de la carencia, lo cual nos traerá más carencia, o sea, más dependencia. Esto nos demuestra que si no queremos depender, este no es el camino correcto.
¿Que tal si nos basamos realmente en lo que queremos, en vez de en lo qué no?
Cómo decía Teresa de Calcuta: "Nunca asistiré a una manifestación en contra de la guerra, pero si me vais a ver en una a favor de la Paz".
Dicho esto, queda suficientemente claro que, en cierta medida, siempre depende remos de algo o alguien, con lo cual y puestos a depender, a mi me encantaría depender lo máximo de mi mismo, siendo este el camino de la auto dependencia, a mayor auto dependencia menor dependencia, así que, me encontraréis en manifestaciones por la auto dependencia, nunca en una para la independencia de ninguna clase.
Es por eso, que no soy independentista sino auto dependentista, siendo todo una cuestión de matices muy prestos a la confusión. Pensad en ello.
Está claro que vivimos en una sociedad globalizada, que está basada en que todos dependemos de todos, cuando la globalización debería significar auto depender y compartir la tenencia sin problemas, se que ahora es una quimera, pero en algún momento nos deberíamos poner en camino.
!Recibid un autodependiente saludo!
Sinoé Sácher
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