Es aquella "n" millonésima de segundo, o quizás menos, inapreciable para nuestros sentidos físicos, en la que impera la nada y nace el riguroso presente.
Imaginemos la nada como el punto absoluto de contracción y reducción total de movimiento, absoluta quietud imaginable que sólo tiene una opción, moverse otra vez. Como la quietud absoluta no existe, ya que todo en el universo es movimiento, ese imperceptible movimiento sólo se puede medir con una unidad de tiempo, esto es lo que podríamos llamar Instante.
Para dar un ejemplo más gráfico, si cogemos un muelle y lo contraemos al punto máximo que nos permita su masa, llegará un punto donde explosionará si no le dejamos expandir, tanto la unidad de tiempo justo antes de su explosión, como la unidad de tiempo justo en el momento de su explosión, es lo que podríamos llamar Instante.
La unidad de tiempo más pequeña reconocida a día de hoy por la ciencia empírica es el "zeptosegundo", equivalente a la mil trillonésima parte de un segundo, inimaginable para nuestras mentes, pero como el Universo es infinito y no tiene ni principio ni fin, con toda seguridad siempre habrá algo más pequeño.
Dicho esto, el objetivo de este post es haceros sentir lo máximo que pueda, lo que más se acerca al Instante en nuestro limitado Universo Mental. Para ello y como era de esperar, usaremos la respiración extrapolando lo descrito anteriormente.
PRÁCTICA
Cuando inspiramos progresiva y profundamente por la nariz, llega un punto en que ya no podemos más, este aire ocupa un espacio limitado en nuestro Cuerpo Físico y hay que empezar a sacarlo, pues bien, contengamos el aire dentro unos segundos para ser conscientes del Instante preciso en el que empecemos a liberarlo. Es justo el intercambio entre la contracción y la expansión y viceversa, es el punto de equilibrio de nuestro Big Bang personal.
Para una visión antroposófica os recomiendo que leáis mi post http://sersiempreser.blogspot.com/2011/12/la-separacion-de-los-sexos-y-las-4.html?m=1, en él quizás encontraréis más claramente una explicación, si cabe, sobre el concepto temporal, que no deja de ser profundamente filosófico y apasionante debido al gran reto de expandir nuestra Consciencia.
Como dije al comienzo de esta publicación: del imperio de la "nada" nace el riguroso presente. Es por eso que el presente más auténtico es el Instantáneo, el que nos permite liberar todo en una explosión y que nos expande al Universo mostrándonos realmente como somos. El presente, tal y como su nombre indica, es un regalo.
Un potentísimo regalo por qué en el instante se mezclan las consecuencias de las causas del pasado, con las causas creadas en ese instante, un lógico mix energético que da vida a nuestra existencia.
Nota: Todos mis Posts son una mezcla de lo siguiente: conocimientos de Ciencia Espiritual, experiencias extrasensoriales, opiniones propias, percepción, algo de sabiduría, informaciones contrastadas y muchas ganas de transmitir. Por lo tanto no son verdad ni mentira, solo son lo que resuena en mi Ser hasta este Instante.
¡Saludos instantáneos!.
Sinoé Sácher
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