EL PROCESO Y LOS HEMISFERIOS
Uno de los trances más incómodos e incluso a
veces angustiosos por los que pasamos, es el inevitable hecho de tomar
decisiones, sobre todo decisiones que pueden cambiar el curso de nuestra vida y
de nuestra existencia.
Cuando se acerca el momento de decidir, solemos
entrar en el mundo de las dudas, lo cual nos empuja a sentir inseguridad y esta
nos lleva al nerviosismo. Es todo un proceso, que de entrada lo vivimos y lo
sentimos como desestabilizador y realmente lo es, ya que hasta que no nos
acecha el saber que en nuestro presente continuo vamos a tener que tomar una
decisión, estamos tranquilos y estables.
Por lo tanto, desde el punto justo en que
sabemos que en breve vamos a tener que decidir, hasta el momento exacto que se
toma la decisión irrevocable, estamos viviendo un proceso de desestabilización.
Y como tal, incómodo pero también emocionante si lo vivimos con intensidad pero
con calma.
Decidir significa cortar, escindir y también
prescindir en muchos casos, por lo tanto implica que seguramente habrá que
sacrificar aspectos a los cuales tenemos apego y que de entrada queremos
conservar, es por eso que nos cuesta a veces tanto el tomar decisiones. El
corte se produce en los hemisferios cerebrales, que siendo complementarios, les
damos una sobrecarga de trabajo durante el proceso, que llega a contraponerlos.
Para comprender esto bien, veamos los hemisferios.
Hemisferio izquierdo
Esta área domina la parte analítica, verbal,
lingüística, la capacidad para la expresión y la comprensión por signos como
números o letras y la habilidad de sacar deducciones, por lo tanto de razonar y
resolver.
Hemisferio derecho
Este hemisferio es el que domina la percepción
de ideas, emociones, imágenes y la creatividad, así que, el desarrollo de la
memoria también se encuentra en este hemisferio. Podríamos decir que este
derecho capta la forma y el otro izquierdo analiza el contenido.
Viendo esto, podemos
determinar que nuestro hemisferio izquierdo analizará los pros y los contras de
la decisión a tomar, así como el porqué de la decisión, mientras el derecho
será el encargado de percibir e idear el cómo, el cuándo y el para qué tomar la
decisión, al objeto de paliar los contras y activar los pros.
No todos tenemos los dos hemisferios trabajando
a la misma capacidad, hay en quien el izquierdo domina más que el derecho, en
este caso la toma de decisiones será más calculada y más razonada y en el caso
donde domine más el derecho, la decisiones se tomarán más por intuición,
sentimiento o percepción.
Cada uno de nosotros habrá reconocido, después
de esta breve explicación, como funcionan nuestros hemisferios y cuál domina
más en nuestro cerebro, pero lo deseable sería que ambos estuvieran
equilibrados, para eso os daré unas pautas que, ya os avanzó, tienen mucho que
ver con la respiración consciente.
Pautas y práctica
Una vez sabidas las causas que nos han llevado a
tener que tomar decisiones, sólo debemos aceptarlas sin juzgarlas, de otro modo
podríamos entrar en rabias y arrepentimientos que nos anclarían en el pasado,
no siendo conveniente.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que una
decisión es, también, irremediablemente el comienzo de algo y que siempre será
la correcta decisión la que esté acorde a nuestra Alma, por dos razones, la
primera es que nuestra Alma solo tiene un aspecto y nunca nos va a engañar y la
segunda razón es que el Alma sabe cuál es el mejor camino para evolucionar.
Una vez tenemos claro el hecho de decidir,
deberíamos dar calma a los hemisferios para que, tanto el contenido como el
contingente de la decisión, sea lo más equilibrado posible.
Pautas para equilibrar los hemisferios
1- Leer textos al revés es una buena idea para
activar el hemisferio derecho, ya que al no comprender lo leído, hace el
esfuerzo compensatorio al hemisferio izquierdo.
2- escuchar música con auriculares, la piezas
musicales de un solo instrumento, o canto a capela activarán el hemisferio
derecho y las orquestales y polifónicas activarán el izquierdo, hay que ir
combinando los dos tipos.
3- si masajeamos el lóbulo de la oreja
izquierda, activamos el hemisferio derecho y viceversa, hacedlo en fases de 10
minutos por lóbulo.
4- movimientos con los ojos en forma circular,
primero de derecha a izquierda y luego al revés, 3 veces al día.
5- masajear de derecha a izquierda y en espacios
de 5 minutos, el chacra 5 situado en el agujerillo de la garganta bajo la nuez,
esto ayuda a equilibrar los hemisferios.
A parte de todos estos ejercicios, aplicaremos
meditación usando la respiración consciente. Recordad el post número 8, EL
SENTIDO COMÚN, donde os digo que todo empieza en lo que siento y acaba en lo
que decido, y solo decidiremos equilibradamente si aplicamos el Sentido Común a
Alma y Mente, por lo tanto hay que elevar el sentimiento, lo que sintamos que
debemos hacer hay que subirlo hacia la Mente para que lo gestione, pero
haciendo una parada en el chacra 5, donde concentraremos nuestra respiración.
Luego la seguiremos ascendiendo gestionando inspiraciones y expiraciones por
las dos fosas nasales.
Meditación para equilibro hemisférico y toma de
decisiones
Adecuad el espacio donde se vaya a meditar de
una luz tenue y música ambiental más bien baja.
Tomar una posición cómoda con la espalda recta y
los pies separados tocando el suelo.
Colocad vuestras manos encima de los muslos
respectivamente, preferiblemente hacia arriba o bien la izquierda bajo la
derecha consiguiendo qué ambos pulgares se toquen.
Cerrad los ojos, relajad músculos lentamente,
inspirad por la nariz hinchando pulmones y expirarlo por la boca.
Haced esto 3 veces sin prisas, esto limpiará
todo nuestro interior y nos relajará aún más.
Ahora, ir lentificando poco a poco la
respiración hasta el punto que solo respiréis con el mínimo halo necesario.
Mantened este estado durante 5 minutos
aproximadamente.
Ahora, con dedo índice de mano izquierda tapamos
fosa nasal derecha e inspiramos por nariz, al expirar por nariz tapamos fosa
derecha y expiramos por izquierda, y luego al revés con la otra fosa. Esto
limpiará y equilibrará los hemisferios. 3 veces por fosa nasal.
Ahora, volvemos al halo mínimo para respirar 1
minuto más.
Y volvemos a inspirar por las dos fosas nasales,
inflamos pecho y lo traspasamos al estómago, de ahí hacia la boca y nos paramos
en la garganta 3 segundos antes de sacarlo por la boca, así 3 veces.
Volvemos al halo mínimo para respirar 1 minuto
más.
Y ahora, vamos saliendo de la meditación, moviendo
dedos de pies lentamente, luego dedos de manos, pies y manos, vamos abriendo
ojos y damos gracias al universo por la experiencia.
¡Recibid un hemisférico saludo!
Sinoé Sácher
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